El lado oscuro del divorcio: Lo que no sabes de esta difícil situación

Hoy las parejas se divorcian casi por cualquier motivo. Sin embargo, no deja de ser extraño que se llegue a esa decisión extrema, porque se supone que se ha elegido para casarse a una persona de quien se estaba por completo enamorado.

Con todo, pon atención a lo siguiente: es un mito creer que sólo se llega al divorcio tras una infidelidad, violencia de alguna de las partes, constantes vicios o tras largos años de incomprensión y problemas absurdos que llenaron “la copa de la paciencia". Ten presente que muchos matrimonios en la actualidad no superan los 4 años de casados.

Sí, los matrimonios de ahora suelen durar mucho menos, y es que las personas están menos dispuestas a aguantar y sobrellevar las crisis maritales que en antaño.

Otra gran verdad es que algunas parejas, pese a que no se comprenden y han llegado al punto del aborrecimiento mutuo (triste pero real), permanecen unidas por la persistente crisis económica que pasan muchas familias en diversos países.

No es por eso raro ver que numerosos matrimonios, pese a que ya no tienen vida de pareja viven juntos bien sea por otorgarles a los hijos una sensación de bienestar emocional y desde luego para compartir gastos económicos con su ex pareja, o incluso hay quienes, aunque no hay amor ni comprensión, se niegan al divorcio por miedo a la soledad y a la incertidumbre de un futuro nada prometedor.

Sí, la vida de quien elige divorciarse es muy difícil, ya que involucra sendos cambios para la persona, y a continuación te detallo cinco de ellos:

1. Se sienten fracasados

Muchos hombres (en particular) después de años de matrimonio, aunque tengan empleo, sienten que lo han perdido todo. No son pocos quienes regresan a vivir con sus padres, otros más van de casa en casa de familiares o amigos hasta que poco a poco levantan cabeza y logran estabilidad, se consiguen a un compañero de penas o quizás otra pareja, y alquilan un apartamento para continuar con su vida.

Otros hombres lo único que desean es darle a sus hijos la certeza de que pueden contar con ellos y a la larga logran comprender las necesidades de sus pequeños, facilitándoles de esa manera no caer en inadaptaciones y ellos (los padres) evitan la depresión.

2. Un golpe bajo a la autoestima

En este aspecto juega un importante papel el hecho de no haber podido mantener una relación estable, y se sienten además rechazados. La mente juega sucio, ya que hace que la persona se convierta en su propio enemigo, haciendo que se autocastigue y se califique como tonto o incompetente, y si a eso se le suma los incontables malos tratos que a veces acompañan a los divorcios; con todo eso no hay amor propio que se mantenga en pie.

3. Cambios evidentes en las relaciones sociales

A medida que el divorcio se consolida, es natural que la cantidad de amigos disminuya, pues no ha de faltar quien no pueda mantenerse neutral en la situación. A pesar de eso, siempre se puede empezar de cero, retomar de nuevo la vida y empezar a conocer más personas en la misma situación o personas casadas, e incluso solteras que ofrezcan una buena amistad sin condiciones y un oído y un hombro para hallar consuelo.

4. Impacto sobre los hijos

Es un hecho que de los más afectados en un divorcio son los hijos. Al respecto, Jerry Karlin, representante de la agrupación británica Families Need Fathers , sostiene que lo mejor, tanto para padres como para hijos, es la custodia compartida; ha llegado a esa conclusión a través de varios estudios realizados por esa organización, ya que esta situación favorece a los niños, pues de esa manera llegan a desarrollarse como personas más estables y felices cuando tienen contacto habitual con su padre y su madre por igual.

Que los padres se hayan separado no tiene que ser un problema siempre y cuando procuren vivir cerca y tener tiempo (calidad y cantidad) para que funcione.

5. El cambio abismal de la rutina

…¿Y quién no? Pasar de llegar a casa y encontrar todo hecho (hombres) o tener que empezar a trabajar después de años de baja laboral y de estar en casa al cuidado de los hijos (mujeres), todo eso refiere grandes cambios a los que, Sí o Sí, se debe adaptar una persona.

Para aquellos hombres que a pesar de un día pesado de trabajo tenían la oportunidad de llevar a sus hijos a la escuela y al llegar a casa contaban con tiempo para estar con ellos; salir de casa o adaptarse a una vida de divorciado que comparte casa con su ex y pasa a vivir con sus condiciones, es por entero una situación difícil.

Empezar casi de cero después de creer que se tenía la vida organizada es por completo un reto, que muchas personas no superan y terminan quitándose la vida. Por estas razones, te invito a que antes de considerar un divorcio, sopeses los pros y los contras y tomes la mejor decisión pensando no sólo en ti, sino sobre todo en tus hijos.