IQ legislativo
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Empiezo a leer el libro “Why nations fail”. Unas cuantas páginas son suficientes para comprender a dónde va. El poder político desigual, la democracia defectuosa y la justica fallida son parte de una cultura impulsada con malicia —y aceptada con resignación— que impiden que México tenga el nivel de bienestar que hay en Estados Unidos.
Tenemos todo, menos un buen sistema de gobierno. Falla el Congreso y se expande a través de Ejecutivos Estatales que confunden sus puestos con un regalo o lotería. Así cuándo.
No sé si sea delito, pero deleite sí, decir que los legislativos son incompetentes. Su IQ colectivo (cociente de inteligencia) debe andar bordando el retraso mental grave, algo así como 30 puntos.
Lo afirmo con tal vehemencia porque ninguno de los que votaron en la pizarra electrónica, antes conocidos como levatantadedos, leyeron la Ley GIPE (ley electoral) antes de aprobarla. Creo que ni siquiera la comisión redactora la leyó. Sospecho que entregaron parches al Cofipe, pero no la leyeron.
De lo contrario, se hubiera topado con disposiciones obsoletas y francamente ridículas, Fueron procedentes cuando nació el Cofipe en 1989-1990 AI, (La Era Antes del internet) pero totalmente superfluas en el año 2015.
Digan si no: la Ley GIPE conserva un artículo que dice que el INE entregará a los partidos copias del listado nominal de electores en “medios magnéticos”. En otro artículo dice que entregará un padrón impreso (en papel). En otro, que los partidos tendrán acceso a una “terminal de computadora” en el INE. Todo lo referente a las franquicias postales y telegráficas se mantiene. Como no si conociera que existe la nube, el internet, el correo electrónico.
O sea, cualquier idiota se puede dar cuenta que la Ley GIPE contiene idioteces, pero los legisladores ni al nivel de idiotas llegan por lo visto. ¡Están por abajo! O son totalmente fraudulentos con sus deberes. A mí me daría vergüenza ponerle mi nombre o darle mi voto a una legislación nuevecita, parte de las “reformas estructurales” de Peña Nieto sin leer su contenido.
Francamente, así no se puede. Por cosas como éstas es que tenemos un Estado Fallido, en un país fallido, con un gobierno fallido, con un pueblo desfallecido.
La tristeza es que se cumple el dicho de que el Congreso y los partidos “ni pichan, ni cachan, ni dejan batear”. Un congreso ciudadano, cualquier grupo humano que no sean los legisladores mediatizados por los partidos políticos, haría una mejor labor legislativa. Ah, pero parecemos masoquistas. Amén del mal desempeño, aparte nos tiene que costar bastante en sueldos, viajes, autos, aviones, y bonos anuales.
Requerimos repensar México de cabo a rabo, para romper lo que bautizaré aquí como “la falacia de Slim”. Creer que nuestro beneficio personal será también en automático un beneficio para México. Pues no. Resultó que si Carlos Slim hubiera invertido más en México, todos nos hubiéramos beneficiado más, inclusive él mismo. Sería el gran rico en un país mucho más rico.
Estos círculos virtuosos son de todos los días, en todos los sectores de la maltrecha economía. O los aprovechamos o estamos fritos. Un Congreso con IQ bajo nunca los logrará ver. Creen que gobiernan, en realidad estorban. Sin inteligencia legislativa la brecha con USA se hará más grande. Todo por ser aguantadores y resignados.
El Artículo 39 deposita en nosotros la soberanía. Este sí fue un gran acierto legislativo. Pero, allí está, muerto, inactivo. Piensa en 2018. Piensa si estás dispuesto a seguir encumbrando la ignorancia y transferirle el poder de cambio que en ti depositó el Constituyente. Bien dice otro dicho: “Cuídate de un pen… con iniciativa.” Ah, ya entendí.
javierlivas@prodigy.net.mx