Los que vienen
COMPARTIR
TEMAS
Refugiados y deportados seguirán viniendo.
Algunos son trabajadores de grandes aptitudes que realizaron trabajos con una maestría mejorada, ahora con experiencia. Produjeron allá ganancias a sus patrones y pudieron mejorar la vida de sus familias, acá en su tierra, con sus generosos envíos periódicos de divisas. Ahora son desempleados en busca de colocación y con capacidad para poner a funcionar pequeñas empresas.
Vienen los estudiantes que ya no pudieron seguir allá sus carreras y esperan lograr una continuidad hasta llegar a titularse en universidades o institutos tecnológicos de su propio País. Es un retorno de cerebros.
Muchos trabajaron en labores rurales en diferentes tareas y, si se abren oportunidades, podrán ser una multitud de brazos entrenados para vitalizar un campo actualmente descuidado.
Los próximos mandatarios tendrán que multiplicar procesos inteligentes y dinámicos para evitar la actual injusta, descomunal y escandalosa concentración del ingreso y la creciente carencia de satisfactores para las mayorías despojadas. La transformación del modelo económico y la justa distribución de la riqueza será el único ambiente para hacer posible una prosperidad generalizada sin exclusiones.
Vuelve el México que huyó de sí mismo. Es un tsunami poblacional que necesita cauces ordenados para evitar que se refuerce la violencia y las actitudes antisociales. Ya se habló del muro que ha de construirse de este lado. Sus ladrillos tendrán que ser de educación actualizada, de empleos bien remunerados, de empresas con gran sentido social, de familias con acceso total y suficiente a los bienes básicos. Allá se planea el muro de “no dejar pasar”. Acá, el muro que ha de levantarse es el de “no necesito ir”.
También seguirán llegando refugiados de muchos países amenazados con destrucción y muerte. Es un potencial humano que podrá aportar talentos y destrezas. Urgirá no desperdiciarlos ni anularlos con brotes de xenofobia y discriminación.
Los que vienen podían compararse a un lanzamiento beisbolero con el que puede hacerse un “out” o volarse la barda. Lo indispensable es que ese lanzamiento humano sea recibido con un guante acogedor humanizante o un batazo poderoso de promoción educativa y laboral… ¿ra, ra, ra?