‘Si le hubiera contestado, no estaría aquí para contarlo’
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A pesar de que ‘S’ casi pierde la vista por los golpes de su pareja, el Ministerio Público le dijo que ‘difícilmente el agresor va a pisar la cárcel’ asegura víctima de violencia
Una mujer de Torreón que pidió el anonimato, denunció la violencia de la que fue objeto por parte de su pareja, la cual le provocó lesiones graves en el ojo. Ella y la Red de Mujeres por La Laguna, exigieron justicia y se proceda contra el agresor en algo más que la reparación del daño. S, una mujer de 34 años y dos hijas, venía con E, su novio, la noche del 18 de marzo de regreso de un compromiso. S cuenta que su pareja venía tomado y que estaba manejando mal. La mujer le pidió la dejara en la casa porque él quería seguir la fiesta, cuando el hombre le estiró los cabellos. “Yo le doy un manotazo y le tiro los lentes cuando me empieza a golpear”, recordó S. La pareja la empezó a golpear en la cara con el puño cerrado. Directo en el ojo. Uno tras otro. Cuando paró, S empezó a rogarle porque la llevara al doctor. –No veo, llévame a la Cruz Roja, le decía. Llegaron a la casa y S perdía el equilibrio, no podía estar de pie. Se sentía noqueada. El ojo derecho estaba cerrado por completo y veía borroso del ojo izquierdo. Sangraba. El hombre no la quiso auxiliar y con un cuchillo le decía que ya se durmiera, que iba a estar encerrada hasta que se le pasara los moretones. Cuando E, un empleado municipal, se durmió, S le habló a su familia para que la ayudaran. Llamaron al 911 pero nunca nadie llegó a auxiliar. Era de madrugada. -Llegan mis hermanos y yo estaba vomitando, se metieron y me sacaron. Después el hombre cerró la puerta, no dio la cara. Creo que si le hubiera contestado, no estaría aquí –relató S. Llegaron a la Cruz Roja y en el hospital nunca dieron parte al Ministerio Público. Le sacaron tres radiografías y una tomografía. S no tenía trabajo, y apenas el lunes siguiente se presentaría a laborar en unos consultorios.
EL VIACRUCIS S, una mujer alta y esbelta, fue al Centro de Justicia donde, dijo, demoró 12 horas para poder declarar. “Fue esperar y esperar, me vieron toda golpeada, más parece el Centro de Injusticia”, comentó. S no quiere que sus fotografías salgan para cuidar a sus hijas, pero me mostró la imagen de los golpes: prácticamente la mitad de la cara estaba negra de los golpes. El ojo derecho era una bolsa inflamada. -Si no lo agarramos en fragancia, no lo podemos detener, le dijeron. El Centro de Justicia no tiene médico legista, por lo que tuvieron que ir a la Procuraduría de Justicia. -¿Sólo le hizo eso en el ojo? –le preguntó el médico legista cuando la revisó. El oftalmólogo después le diría que le destruyeron el ojo, que le habían desplazado y fracturado la órbita, que necesitaría cirugía o podría perder la vista. Sólo eso le había hecho. S tuvo que operarse. Desembolsó más de 36 mil pesos y corría el riesgo que su ojo se hundiera. “Salgo al sol y me duele. Tengo que usar lentes obscuros dentro y fuera. Tenía miopía pero ya aumentó mi graduación. Ya no voy a tener el ojo igual, nunca. Ya no voy a ser la misma. Siento que la cara se me va a un lado”, platicó. Otro golpe fue el que le dio el Ministerio Público: “Difícilmente el agresor va a pisar la cárcel”, le dijo. S siente impotencia porque no fue un desconocido, durante un robo quien la golpeó, fue una persona con la que convivió un año y ocho meses. Por eso, S hizo un llamado a la jueza que lleva su caso, para que el delito no quede únicamente en el reparo de daños. “Casi limitó de la vida a una persona, me limitó a que no me puedo bañar sola, no puedo salir. Sólo espero justicia”, pidió S. La Red de Mujeres de la Laguna, denunció el caso públicamente, haciendo eco que el agresor seguía libre y que no se había avanzado en la investigación. La Red se pronunció y exigió a las autoridades responsables tomen las medidas pertinentes para que cumplan con la tarea para la que fueron creadas.