Hay charlatanes que ofrecen ‘curar’ a la homosexualidad; esa idea parte de una premisa falsa: Antonio Medina
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La homosexualidad no es una enfermedad, ni una alteración de la personalidad, como se sostuvo en buena parte del siglo pasado, expresó
Antonio Medina, director de Diversidad Sexual del PRD nacional, dijo que quienes prometen “curar” la homosexualidad son charlatanes, pues es algo intrínseco a la personalidad y además la Organización Mundial de la Salud, desde hace años informó que no se trata de una enfermedad.
“Las terapias de conversión no tienen nada que curar. No hay persona lesbiana, homosexual o trans de mediana edad o adulta que no haya escuchado alguna vez en su propia casa, en iglesias o consultorios sobre la alternativa de revertir su ‘desviación sexual’ y convertirse en heterosexual a través de retiros espirituales, oraciones, terapias, medicamentos, operaciones o castidad para dejar de ser ‘anormal’ y volverse ‘normal’”.
La homosexualidad no es una enfermedad, ni una alteración de la personalidad, como se sostuvo en buena parte del siglo pasado, expresó.
Se trata, dijo, de una variante más de la diversidad humana, como lo señaló en 1973 la Asociación Siquiátrica Americana, que con base en ese criterio eliminó de su catálogo de patologías esa orientación sexual y la OMS ratificó ese criterio en 1990.
“Lo que origina ese prejuicio sobre las disidencias sexuales, es el resultado de ideologías religiosas que se fueron construyendo desde inicios de la cristiandad, y que fincaron estigmas en torno al amor y los deseos eróticos entre personas del mismo sexo.
“En épocas modernas, esas ideas fueron asimiladas por la medicina, la psicología, la psiquiatría y en algunos casos por el derecho, siendo el pecado y la enfermedad el común denominador de la conducta homosexual, por lo que las personas actuaban de manera inversa a su sexo biológico”.
Añadió que la idea de abyección y patología en torno a la homosexualidad estuvo presente en el discurso psiquiátrico y médico, además del religioso, lo que provocó que en el ámbito de la fe, como en el de la salud mental, se creyera que había posibilidades de “reparar” las orientaciones sexuales disidentes con métodos persuasivos, desde la medicina y la psiquiatría.
“Siguen existiendo iglesias de diferentes credos y charlatanes, que consideran que la homosexualidad se puede curar, haciendo caso omiso a organismos mundiales en sexualidad y de justicia civil”, concluyó.