Urge académico que ciudadanos asuman su responsabilidad como supervisores de sus gobernantes
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El profesor Felipe de Jesús Balderas advierte que para que haya una verdadera democracia debe existir un maridaje entre gobierno y ciudadanía, en donde esta marque la agenda y supervise lo que hace o deja de hacer el primero
Para el académico Felipe de Jesús Balderas Sánchez “no acaba de prender la llama de la responsabilidad ciudadana” en la vida democrática del país.
El comentario lo hace el también columnista de esta casa editorial en su más reciente artículo sobre la baja participación electoral en los más recientes comicios en Coahuila y el Estado de México.
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“Quienes resultaron ganadores apenas les respalda la mitad de quienes conforman el padrón electoral”, señala Balderas Sánchez en su análisis.
Y añade que “en el caso del estado de Coahuila, el candidato electo solamente representa 741 mil 731 personas” de 2 millones 323 mil ciudadanos que integran el padrón electoral de la entidad.
De acuerdo con datos del conteo rápido del Instituto Electoral del Coahuila (IEC), aprobados por el Comité Técnico Asesor de Instituto Nacional Electoral (INE), este año la participación ciudadana fue del 56.35 por ciento.
Comparado con las elecciones del 2017, año en que también se eligió gobernador y se renovaron el Congreso local y los ayuntamientos, hubo una disminución, pues hace seis años votó el 60.5 del patrón electoral.
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MARIDAJE GOBIERNO-CIUDADANOS
El académico explica que el gobierno es sólo un gestor, pero el que determina la agenda pública es justamente el ciudadano, quien debe ser un vigilante de lo que hace y deja de hacer el gobernador, sobre todo con las promesas que hizo en campaña.
“La ecuación es bastante simple. Si realmente queremos vivir en una democracia en el estado, la garantía se encuentra en el maridaje entre gobierno y participación ciudadana”, asevera.
El también editorialista advierte que en “hacer que el gobernador electo cumpla lo que prometió” depende el futuro de la entidad y esa responsabilidad recae en el ciudadano.
“Se trata, en lo futuro, de ejercer marcaje personal sobre quien gobierna. No hay de otra”, añade.
De acuerdo con el análisis de Balderas Sánchez, el cuidado de la agenda debe ser de supervisión permanente por parte del electorado hacia el gobernante.
“Vigilar, supervisar, controlar y moderar la forma como se comporta el gobierno es una nueva responsabilidad que debemos fomentar y llevar a la práctica... Para que el concepto democracia deje de ser un tema etimológico requerimos participar en la agenda pública”, exhorta el académico.