La tribu Ndé se creyó exterminada en México, pero en Cuatro Ciénegas un grupo de descendientes buscan preservar su historia y cultura. La lente de Mariana Yáñez retrató a esta comunidad viva: sus artesanías, sus hogares, sus instrumentos tradicionales. La preservación de este pueblo originario es también una metáfora del cuidado del valle de Cuatro Ciénegas cuya biodiversidad está siendo amenazada por la industria y la explotación