Diana Echave, un ejemplo de fortaleza y disciplina
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A pesar de tener una discapacidad, esta atleta sonorense ha superado las adversidades para convertirse en una campeona de crossfit y demostrar que no hay límites
CIUDAD OBREGÓN.- Diana es una competidora nata, desde que nació luchó por salir adelante, el trabajar desde pequeña y ayudar a muchas personas que se ha encontrado en su camino y de las que ha sido sin querer un ejemplo de perseverancia, fortaleza y disciplina.
Es una competidora de Crossfit única, ya que Diana Echave, tiene que esforzarse el doble para poder lograr sus objetivos al faltarle su antebrazo derecho, una discapacidad con la que nació.
A la atleta, quien además es Cinta Negra en Karate, desde niña le ha gustado hacer cosas que pareciera que están fuera de su alcance, por lo que siempre ha buscado ponerse retos.
Originaria de Obregón, Sonora, la atleta que ha llegado incluso a competencias nacionales, donde no ha buscado trato especial por su discapacidad, enfatiza que la limitación sólo está en la mente.
“A veces me he dicho: ‘tengo miedo, no voy a poder’, pero yo solita, conforme veo mi trayectoria, me digo: claro que puedo”, comentó.
Mientras hace una pausa en su arduo entrenamiento, Diana comparte una motivadora charla y recuerda que desde pequeña siempre se puso retos en los cuales se tienen que ocupar las dos manos, pero sin contar con una de ellas lograba hacerlas.
Cuando era niña, recuerda que vendía pan y verdura en las calles, por lo que desde entonces trabaja, a la par de sus entrenamientos y sus estudios, ya que acaba de concluír su carrera como Técnico Superior Universitario en Marketing, e iniciará una especialidad en el área de publicidad.
“Desde chica siempre me gustó ganarme mi dinero, traer mis cosas, comprarme mis útiles, todo lo que llevaba a la escuela era mío y así le hice hasta que fui creciendo”, apunta.
“Y luego mis necesidades eran otras, cosas de muchacha, siempre me compre todo, he trabajado mucho”, agrega.
Su familia es del campo 60, un sector agrícola, pero siempre ha vivido en Obregón y desde niña le gustó el deporte.
Cuando entró a la Primaria le gustó mucho el basquetbol y lo practicaba, por lo que cuando tenía dinero se compraba balones.
Tenía 11 años cuando abrieron una escuelita de Karate muy cerca de su casa y, con sus amigos, quienes eran puros niños, decidió inscribirse e iniciar en esa disciplina marcial.
Diana era la única niña, pero eso no le importó, y cuando la escuelita cerró, se fue a la sede de esa academia y terminó como cinta negra en una experiencia muy bonita, donde resalta que pudo acudir a diferentes torneos en la ciudad y a nivel estado.
“Me ha gustado siempre el Karate, también entré a Kick Boxing, pero los dejé de lado un poco por la escuela, y de repente me encontré con el Crossfit”, indica.
Se dio cuenta que era buena para ese deporte y que tenía el brazo muy fuerte, además de que se trataba de retos, como los que se ha enfrentado a lo largo de la vida y donde cada día era hacer algo diferente como un desafío.
“Veía a las muchachas levantando lo mismo, pero con dos brazos, y yo le echaba más ganas para que con un brazo pudiera hacerlo”, expresa.
Había ocasiones, relata Diana, en que por más que intentaba un ejercicio no le salía y se frustraba, pero no dejaba de insistir hasta lograrlo.
“Es lo que más me gusta del Crossfit, me quedé y me hace tan feliz”, comparte.
Esto le ha mostrado lo que es capaz de hacer, no sólo el ser más fuerte, ya que a veces en situaciones de la vida se siente un poco presionada y si se esfuerza en ello, aunque sea duro va a salir adelante.
Diana Echave ha competido en Crossfit en varias ocasiones en Obregón, pero también acudió a Ciudad Juárez a un evento nacional, en el cual le costó mucho estar ahí.
Eran 44 y quedó en el lugar 22, compitiendo ante atletas convencionales, por lo que fue un gran reto para ella.
En Monterrey compitió por primera vez en una categoría adaptada, por lo que quedó en el segundo lugar de la división general y en el primero en la categoría femenil.
Para poder asistir a competencia, detalla que tiene que entrenar mucho, porque luego hay ejercicios o pesos que no domina y tiene que hacer que su brazo se adapte y hacerlo en poco tiempo, dado que el Crossfit se basa en ello.
Un doble reto
Uno de sus sueños es ir a Chile a competir en Crossfit y está luchando por ello, por lo que entrena mucho, aunque ahora lo hace con diferente ritmo, pues otro de sus sueños es ser mamá.
Tiene seis meses de embarazo y es su mayor reto, dado que implica mucha responsabilidad y tiempo, pero sabe que, aunque es difícil, nada es imposible.
“Gracias a Dios cuento con mucho apoyo de gente muy buena que he tenido la suerte de que Dios me ponga en mi camino; además de ser muy buenas como personas en lo que hacen, lo son como entrenadores, y algunos que me han ayudado como patrocinadores... también me dan ayuda moral”, apunta.
Todos tenemos una misión
Diana Echave está convencida de que todos tenemos una misión en la vida y, por ello, siente que Dios la mandó así por algo, y al lograr superar los retos, ayuda también a otras personas.
Se dedica también a dar conferencias en escuelas y lo hace en todos los niveles educativos, además de que ha acudido también a Centros de Reinserción Social.
“Les digo que luchen por sus sueños y metas que tienen en esta vida; tenemos un tiempo definido y debemos de echarle muchas ganas para aprovecharlo al máximo”, destaca.
“Siempre ver por el bien de los demás y el nuestro; estar bien física y emocionalmente”, finalizó.